EDITAR LAS FOTOS ¿ES BUENO, ES MALO, ES REGULAR..?
Si “seteas” los parámetros de tu cámara antes de la toma, ya estás interviniendo en el resultado final. Si no “seteas” la cámara aplica los estándares que trae de fábrica. Si trabajás en raw, para publicarlo en cualquier lado, vas a tener que cambiar de formato y ¿Adiviná qué?…
No hay mérito en “no editar las fotos”. Es parte del proceso de fotografiar, como en el pasado lo era revelar. Ansel Adams (Fotógrafo americano 20/02/1902 – 22/04/1984. Creador del Sistema de Zonas) exponía en sus fotos pensando en cómo se revelarían después. Hoy en día deberíamos hacer lo mismo, realizar nuestra toma teniendo en cuenta lo que vamos hacer en el “laboratorio digital”.
El punto es que debe hacerse en su justa medida, armoniosamente. Ahí es donde obtenemos los mejores resultados. La justa medida, lo armonioso, lo obtenemos sólo con conocimientos de técnica, lenguaje visual, estética y criterio, muuucho criterio para combinar estos conocimientos entre sí.
Hay fotógrafos que alardean de que ellos no editan sus fotos, como la bajan de la cámara, así las publican. En alguno de los casos eso es indudable: Veo resultados muy pobres, imágenes que podrían tener mejor calidad e impacto si hubiesen sido editadas. En otros casos, no les creo. Jeje.
Pero bien, sigo creyendo que una cosa no tiene que ver con la otra. La fotografía es resultados y cómo llegues a él no es lo importante. Lo importante es llegar. Si editás o no editás; si retocás o no retocás; si haces montajes o no haces montajes, no hace a la cosa, no te hace mejor o peor. La cuestión es el resultado. La gente admira obras, resultados. ¡Eso es lo que trasciende! Si lo importante de una obra es todo el padecimiento del fotógrafo para lograrla, es probable que la obra no sea tan importante y que para que impacte haya que andar contando la historia una y otra vez.
Ahora bien, muchos interpretan que editar es arreglar errores, corregir. En realidad editar es “preparar una obra para su publicación, cuidando su forma y contenido”, por lo tanto, cuando ajustamos niveles, curvas, balance de color, etc., “para cuidar la forma y el contenido” ¡Estamos editando! Esos ajustes son imprescindibles en la fotografía actual (Hasta el espectador más lego está acostumbrado a ver imágenes optimizadas). El soporte digital nos permite tener un nivel de control del detalle y calidad altísimo ¿Por qué no aprovecharlo?
Aquellos que como yo, trabajaron con película fotográfica, saben que, por más que hubiésemos querido tener el nivel de detalle que tiene hoy en día una buena fotografía digital, la película, los reveladores, el papel, no podían dárnoslos. Hoy en día sí podemos tenerlo, estamos viviendo una evolución dentro del sistema.
Claro que también está en juego la calidad de foto que cada uno quiere obtener o con lo qué se conforma. La tecnología hoy nos permite llegar a niveles insospechados. Aprovechemos. Hay mucho por hacer.
Los grandes laboratoristas de la era analógica, eran cotizados profesionales que trabajaban muy cerca de los fotógrafos. Hoja de corrección en una copia de Richard Avedon (Fotógrafo americano 15/05/1923 – 01/10/2004. Referente en moda y retratos.) con instrucciones muy precisas de corrección.