TÉCNICA, COMPOSICIÓN e ILUMINACIÓN. Ese es el combo ideal.

La técnica fotográfica asegura que el mensaje que queremos dar en nuestras fotos se exprese correctamente. Un buen manejo técnico nos permite jugar con la gramática fotográfica de manera precisa. La sobre-exposición y la sub-exposición indeseada, siempre nos van a jugar en contra. Hay elementos en nuestra imagen que deben reconocerse claramente para entender el mensaje, el propósito de la foto, si no hay una exposición cuidada estaremos en problemas. Va a ser muy difícil disponer un esquema de iluminación si no tenemos un dominio técnico de los flashes (por ejemplo). Jugar con los focos diferenciales (cuando son necesarios). Conocer las limitaciones y posibilidades de mi equipo fotográfico me permitirá concretar efectivamente la imagen que queremos lograr. Manejar correctamente y con criterio programas de edición es importante para que nuestras fotos alcancen todo el potencial (y no me estoy refiriendo al trabajo de montajes, retoques o intervenciones fantásticas, de lo cual no estoy en contra) simplemente a los ajustes necesarios de niveles o curvas, equilibrio de color, etc.

La composición es la forma en la que vemos al mundo. A través de ella ordenamos el mensaje que queremos dar en nuestras imágenes. La correcta ubicación de los elementos en nuestro encuadre permitirán que el espectador pueda decodificar la imagen y así tener una mejor comprensión del mensaje. La relación armonía-equilibrio es ideal a la hora de querer transmitir una idea visual concreta. Lamentablemente, a veces se tiene la creencia que el espectador va a entender igual lo que está dentro del encuadre. Ahí es donde vienen las lecturas incorrectas en la foto. Saber componer, no sólo genera impacto en nuestra foto, además facilita la lectura de parte del espectador. Nos permite evitar el ruido visual (uno de los mayores factores de que las fotos fracasen hoy en día y no se corrige pasando la foto a blanco y negro)

La iluminación es el énfasis. No podemos centrarnos en una y olvidar la otra ya que el impacto emocional necesario para que el mensaje se entienda y quede en la mente del espectador, lo va a dar la iluminación, por eso la iluminación no es al azar, no alumbramos para que se vea lo que estamos fotografiando. Iluminamos para emocionar, convencer, maravillar, atraer, etc. La buena iluminación en fotografía, enamora. Porque nos quedamos absortos, boquiabiertos ante una iluminación precisa y conmovedora. Necesitamos de los tres componentes.

La capacitación integral es la fuente que nos va a proveer todo el conocimiento necesario para hacer muy buenas fotos. No siempre alcanza con que lo que fotografío sea asombroso para que mi foto sea buena. Puedo iluminar en forma impactante pero sin contenido o el desorden de la imagen no va a permitir entender el mensaje. No todo depende de una cámara en particular o de un lente específico. Lo primero y más importante es lo que hay en tu cabeza. Y eso se nutre con estudio.